Descripción
Recorrido del crucero
Día 1. Barcelona
Día 2. Marsella
Día 3. Génova
Día 4. Civitavecchia (Roma)
Día 5. Palermo
Día 6. La Valeta (Malta)
Día 7. Navegación
Día 8. Barcelona
Día 1
Barcelona
En la Ciudad Condal podrás disfrutar de montaña, mar y un ambiente cosmopolita único. Si nunca has estado en Barcelona, podrás aprovechar la mañana para visitar esta ciudad maravillosa. Con su toque multicultural y vanguardista, Barcelona te va a recibir con los brazos abiertos. Te recomendamos que empieces tu visita en Plaza Cataluña, en pleno centro de la ciudad. Desde esta plaza, podrás llegar a diferentes lugares emblemáticos de la ciudad dependiendo de la dirección que decidas tomar.
Si decides subir dirección Tibidabo, podrás disfrutar de un paseo magnífico por Passeig de Gràcia, la milla de Oro de Barcelona. En el recorrido de 1,5km, verás un sinfín de edificios llenos de encanto característicos del estilo arquitectónico neoclásico. Y por supuesto, del estilo modernista. A parte de las tiendas de grandes marcas de lujo, en Paseo de Gracia se encuentran dos de las construcciones más icónicas de Gaudí: La Pedrera i la Casa Batlló.
Una vez llegues a Avenida Diagonal, puedes optar por seguir subiendo y descubrir el encantador barrio y lleno de vida de la Vila de Gracia (¡muy recomendable!). O sino, puedes girar a la izquierda y bajar por el Eixample Esquerra. Sea cual sea la opción que elijas, te vas a enamorar de tus paseos por Barcelona y su entramado de calles tan carismáticos.
Después de comer, tendrás que empezar a desplazarte hacía el Port de Barcelona, desde donde sale nuestro crucero (a las 18.00). Si llegas antes de tiempo, no te preocupes. Podrás disfrutar de un relajado paseo por los paseos marítimos de la zona. O si lo prefieres, adelantarte y hacer el check-in.
Día 2
Marsella, Francia
¡Bienvenidos a Marsella! Hemos llegado a una de las ciudades más importantes del sur de Francia. En nuestro desembarque, encontraremos al ‘Vieux Port’ , el puerto viejo de Marsella. Uno de los lugares emblemáticos de la ciudad, donde podrás pasear por la avenida marítima y visitar lugares como ‘La Abadía de San Víctor’ o ‘El Faro de Santa María’.
Una vez hayas paseado por el paseo marítimo, adéntrate a las animadas calles de Marsella para descubrir el encanto que esconde la ciudad. En la zona de Joliette, encontrarás la impresionante ‘Catedral de Marsella’. Inspirada en el estilo románico-bizantino, se configura como una de las construcciones religiosas francesas más características.
Y otro de los edificios religiosos más emblemáticos de Marsella, es la ‘Basílica de Notre-Dame de la Garde’. De estilo neobizantino, la basílica está coronada por una Virgen María dorada. La construcción domina y preside toda Marsella, con unas vistas espectaculares.
Los paseos por el centro de la ciudad, con sus avenidas peatonales, te van a encandilar por el bullicio y ambiente tan animado que transcurre entre las calles de Marsella.
Día 3
Génova, Italia
Despertamos un nuevo día en un país diferente. Esta vez en la bella Italia, más concretamente, en la ciudad de Génova. Después de un desayuno energético en el barco, podrás disfrutar el día, descubriendo la ciudad portuaria.
Como en Marsella, te recomendamos que empieces tu visita por el puerto antiguo de la ciudad. En tu paseo por la zona portuaria, disfrutarás de un paseo lleno de encanto. Además, frente al Palacio Ducal, encontrarás un ascensor que permite obtener una vista panorámica en 360° de la ciudad.
En tu recorrido por Génova, una vez te adentres a la zona céntrica, te vas a acabar de enamorar. La Via Garibaldi, es una avenida peatonal, llena de palacios impresionantes, como el Palazzo Rosso o el Palazzo Biancodonde. También podrás disfrutar de sus bares y restaurantes.
A su vez, podrás visitar la Cattedrale di San Lorenzo, la catedral de Génova con un estilo arquitectónico gótico muy característico del norte de Italia. Aún con un tamaño inferior a catedrales como la de Milán o Florencia, la catedral de Génova es impresionante. Sobre todo, su interior, el cuál tiene una gran importancia histórica respecto al bombardeo que sufrió durante la II Guerra Mundial.
Día 4
Civitavecchia (Roma)
En el cuarto día hacemos parada en otro destino italiano. Desde el puerto de Civitavecchia nos desplazaremos a la ciudad eterna. Roma, la ciudad donde el amor fluye por todos sus callejones históricos, es una de las paradas estrellas del crucero. Prepárate para conocer los rincones mágicos de la capital italiana. Un destino único en el que te sumergirás en un rico patrimonio cultural y histórico con los paseos por el Foro Romano. Ser testigo de una de las 7 maravillas del mundo y asombrarte con el Coliseo. Paseos tranquilos y con un ambiente único por el pintoresco barrio de Trastevere. O quedarte sin aliento cuando contemples desde el medio de la Plaza de San Pedro, el Vaticano.
Todo esto y mucho más, es lo que vivirás durante tu día por Roma. No te olvides de tirar tu moneda en la Fontana di Trevi para poder volver a repetir pronto tu visita a la capital italiana. Y por supuesto, degusta los mejores helados mientras paseos a orillas del río Tiber.
Día 5
Palermo, Italia
Este día el barco ancla en Palermo, la capital de Sicilia. La ubicación de este puerto es perfecto, ya que se encuentra junto a la ciudad. Sin la necesidad de coger ningún medio de transporte puedes empezar tu recorrido En esta ciudad podemos encontrar una gran cantidad de monumentos y plazas que vale la pena conocer. Una de ellas es la Catedral de Monreale, las catacumbas de los Capuchinos, las catacumbas de Palermo, el jardín botánico, el Palacio Normando y la Capilla Palatina, la Palazzina Cinese, la Puerta Nueva.
En esta ciudad también encontramos una gran cantidad de museos, que guardan pinturas y esculturas muy hermosas. Así como teatros, que se destacan por su impresionante arquitectura y decoración.
Día 6
La Valeta, Malta
El puerto de La Valeta, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y capital de la isla de Malta, es una de las etapas imprescindibles en cualquier crucero por el Mediterráneo que se respete.
Desde tu crucero MSC podrás admirar este puerto, construido en la segunda mitad del siglo XVI por el francés Jean de la Valette y plasmado por la Orden religiosa y militar de San Juan de Jerusalén, incluso antes de desembarcar. Los más de 300 monumentos que se levantan en poco más de medio kilómetro cuadrado hacen de este lugar uno de los de mayor densidad de atractivos históricos que puedes visitar durante un crucero, sin mencionar otros lugares de interés como sus playas o sus locales y restaurantes frente al mar.
Una excursión por la isla puede comenzar desde su capital, La Valeta, que hechiza a sus visitantes con los famosos balcones malteses que decoran las fachadas de las casas de su barrio más antiguo. Rodeada de numerosas iglesias, que los habitantes de la isla aseguran ser tantas como días tiene el año, la Concatedral de San Juan es uno de los mayores atractivos de Malta.
Día 7
Navegación
Un día para descansar y desconectar. Disfruta de todas la actividades que este fabuloso crucero ofrece. En primer lugar, dedícate un momento para ti y relájate en el Spa con un deliciosos masaje, o actívate en el gimnasio, también puedes atreverte con el rocódromo o la piscina de surf. Para finalizar el día de la mejor manera tómate un cocktail contemplando el horizonte y simplemente ¡disfruta!
Aprovecha estos días de navegación para disfrutar de todos los servicios que ofrece este crucero. En el crucero tendrás toda la información sobre las actividades que se realizan para poder montar el plan que más te apetezca. Por supuesto, están pensadas para que todo el mundo disfrute al máximo. Si eres una persona a la que le gusta estar activa, el crucero dispone de zonas recreativas para practicar deporte tanto en cubierta como en el gimnasio. Después, te puedes relajar en el Spa, jacuzzis, piscinas privadas para adultos, solarium, etc. El Spa cuenta con servicio de masajes, peluquería, tratamientos de belleza y muchos más servicios.
Día 8
Barcelona
No dejes que el sonido de la alarma estropee el último día. Queremos que te despiertes lo más feliz posible y te acuerdes de los maravillosos momentos que has pasado a bordo.
Actívate con el último desayuno a bordo. Desembarcaremos temprano por la mañana donde todo empezó, Barcelona. ¿Qué mejor manera de despedirse del barco que presenciando el bonito amanecer desde tu camarote?
Una vez nuestros servicios acaben, podrás seguir disfrutando de Barcelona si lo deseas. Seguro que en el primer día no pudiste visitar todo lo que deseabas. Y recuerda, no es un adiós, es un hasta pronto.